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lunes, 1 de abril de 2013

Bendita (Maldita) Competitividad


La competitividad, la sal del deporte, porque ¿a quién quiero engañar? Esta muy bien eso de competir contra uno mismo pero contra los demás es aun mejor. Arma de doble filo, puede hipermotivarte o hundirte si todo no sale como quieres.

Yo me inicie en esto de la resistencia como un hobbie. No iba a competir y mira lo que dure con esa idea. Sin la competición apuesto a que no hubiera durado un mes entrenando, sin objetivos, sin rumbo. No me gusta perder como a todos pero lo mío es quizás superior, demasiado e incluso tengo que tomarme medio en broma las cosas por si se pierde saber que no fue serio o incluso paso de competir. No me enfado, no exteriorizo, pero no me gusta simplemente.

En las carreras en las que he participado he tenido varios tipos de competitividad. Naturalmente no la de buscar la victoria, porque queda muy muy lejos. Sin referencias, empecé con el objetivo de sentir que dabas el 100%. Luego con ellas la competición era contra uno mismo. La última carrera una vez finalizada vi que mis tiempos ya eran cercanos a medalla de mi categoría y que eran posibles, así que creo que fue la gota que colmo mi motivación. No puede estar más llena de ella. Porque batirse uno mismo está muy bien y será la motivación que me acompañe siempre pero durante estos años que compito en categorías promesas, sub23 etc. ¿por qué no ser un aliciente más? Y además no la busque e igual ya no aparece la oportunidad.

Ahora empiezo la temporada de triatlones y botón de reinicio. Sin referencias, no me aventuro a decir cómo puedo rodar.

Solo sé que haga lo que haga al terminar no estaré del todo contento sin fijarme en tiempos o clasificaciones, porque siempre hay fallos. Que si empezar demasiado rápido, demasiado lento, colocación etc. ese es mi pan de cada día.

Competitividad ¿Bendita o maldita?

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